Un partido en el que los aperturas se mostraron decisivos, y en el que O’Gara hace valer su veteranía sobre el bisoño Sexton para el resto de la competición.
Una vez más, el conjunto del trébol mostró un juego que, si bien no fue vistoso, sí fue resolutivo. Gran parte del mérito pertenece a Ronan O’Gara, autor de un ensayo y de unas patadas técnicas magníficas. Pero cabe destacar también una labor defensiva formidable hacia el ecuador de la segunda mitad, cuando Escocia, con mucho ímpetu pero pocas ideas durante el partido, atacó sin piedad la defensa verde.
El partido en Murrayfield transcurrió sin un juego demasiado brillante por parte de ambos contendientes, y solo las acciones individuales de O’Gara, Stringer, Dan Parks y Patterson levantaron algún revuelo. Irlanda comenzó el partido marcando con tranquilidad, gracias a Heaslip y Reddan, y Escocia no pudo más que mantener el ritmo gracias a tres transformaciones de Patterson. El resultado en el descanso era 9-14.
El partido en Murrayfield transcurrió sin un juego demasiado brillante por parte de ambos contendientes, y solo las acciones individuales de O’Gara, Stringer, Dan Parks y Patterson levantaron algún revuelo. Irlanda comenzó el partido marcando con tranquilidad, gracias a Heaslip y Reddan, y Escocia no pudo más que mantener el ritmo gracias a tres transformaciones de Patterson. El resultado en el descanso era 9-14.
En la segunda parte, fruto de una falta en la melé, el pilar escocés Jacobsen vio la amarilla. Tras una serie de melés y touches que ralentizaron el ritmo del partido, Irlanda, con un jugador más, recuperó el control y comenzó a jugar a la mano. Así llegó el tercer ensayo visitante, a cargo de O’Gara, producto de la presión que impusieron al conjunto del cardo. Fue entonces cuando Parks logró reorganizar al equipo y librarse del férreo control que ejercía Irlanda sobre el juego.
Y en el minuto 60, se formaba la legendaria pareja de medios que tantas alegrías ha dado a los aficionados verdes, pues Peter Stringer sustituía a Reddan como medio melé.
Sin embargo, poco duraría la conexión, pues Sexton entraba en lugar de O’Gara en el minuto 67, y la consistencia de Irlanda se acabó. En el minuto 70 un drop de Parks igualaba el resultado (18-21), y los visitantes solo pensaban en proteger su zona de 22.
No obstante, un duro trabajo en defensa permitió que los del trébol se llevasen su segunda victoria en la competición. Cabe destacar de todas formas el increíble trabajo ofensivo que desarrolló Escocia en los últimos minutos, juego que deberán demostrar durante el resto del torneo si aspiran a evitar la temida cuchara de madera. Por su parte, los de Kidney deben vencer a Gales en Cardiff la próxima jornada, para así recibir a Inglaterra en Dublín en su último partido del VI Naciones con posibilidades de ganar la competición.
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