domingo, 27 de febrero de 2011

Inglaterra se lleva el partido contra una Francia sin champagne.





El XV de la Rosa ha ganado 17 a 9 a unos bleus que se van de Twickenham sin conseguir un ensayo, pero aún vivos matemáticamente en la competición. Inglaterra llegaba como favorita al encuentro, contando un juego propio muy ofensivo, mientras que los de azul vuelven a Francia sin encontrar la llave que le permita revalidar el título.
 
Antes del pitido inicial se mantuvo un riguroso minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Nueva Zelanda de ésta semana, algo que demuestra una vez más la solidaridad y el respeto que siempre ha caracterizado al deporte ovalado.

Tras el pitido inicial del australiano Chris Welsh, llegaron minutos de tanteo, pero fue el apertura inglés Tobey Flood quien abrió el marcador al acertar entre palos un golpe de castigo francés, que fue rápidamente contestado por otro golpe anotado por el medio melé francés, Dimitri Yachvili.

Con el empate a 3 en el marcador se comenzó a ver el juego dinámico galo, pero los errores en defensa dieron dos golpes de castigo en cinco minutos a Flood, quien no perdonó. Golpes que fueron rápidamente contestados con otro transformado por el nueve francés de ascendencia armenia.

Al alcanzar la media hora de partido  aún no se había visto un gran juego por ambas partes, los equipos respetaban mucho al rival, lo que convenía claramente al equipo francés, quien dio el susto por medio de una patada del apertura Trinh-Duc que Poitrenaud no logró posar en la zona de marca.
Continuó el partido con muchos errores a la mano de ambos equipos, para que finalmente fuera rozando el descanso Yachvili quien transformara otro golpe de castigo absurdo por parte de los insulares poniendo el empate a nueve al descanso.
Reanudada la segunda parte llegó el primer y único ensayo del partido por parte del zaguero inglés, Ben Foden, quien tras un cambio de orientación en la jugada y muchos errores defensivos franceses logró ensayar en la esquina izquierda del terreno de juego zafándose de varios jugadores galos.

Después del ensayo no transformado por Flood  y con cinco puntos de ventaja, el polémico ala inglés Chris Ashton volvió a ensayar, con palomita incluida, pero el árbitro anuló la jugada por un pase adelantado previo. Llegaban los momentos más duros para Francia, que se vieron acrecentados con un nuevo golpe de castigo anotado ésta vez por el veterano Jonny Wilkinson, que sustituyó al apertura de los Tigers por lesión.

El golpe de castigo que el medio melé de Biarritz estrelló contra el palo supuso un punto de inflexión en el juego francés, ya que tras el error los azules se volcaron en el ataque encerrando a los hombres de Martin Johnson en su línea de 22. Sin embargo dicha actitud no se vio reflejada en el marcador final pese a los cambios realizados por el técnico francés, entre ellos el hasta hoy titular medio melé de Francia, Morgan Parra, por Yachvili.

Inglaterra, con ocho puntos de ventaja y una soberbia actuación de sus segundas y terceras líneas en labores defensivas consiguieron dominar el partido desbaratando los ataques franceses, quienes veían que la victoria se les escapaba con el paso de los minutos. La afición inglesa entonaba el Swing Low Sweet Chariot conscientes de la inminente victoria de su equipo en el clásico del rugby, Le Crunch.

Al finalizar el partido y tras la victoria inglesa, las oportunidades para Francia en este campeonato se han visto muy reducidas, pero tienen por delante dos partidos más fáciles que los ingleses, Italia y Gales.
Los ingleses necesitaban de esta victoria para acabar de creerse que pueden ganar el título ocho años después, aunque les esperan dos partidos de rivalidad ancestral contra Escocia y una Irlanda venida a menos, pero con capacidad para darles un disgusto.


Publicado en palcodeportivo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario